jueves, 12 de abril de 2012

MICRORRELATOS

MICRORRELATOS
AUGUSTO MONTERROSO: “El dinosaurio”
Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí.

“Fecundidad”
Hoy me siento bien, un Balzac; estoy terminando esta línea.

PEDRO GALVÁN:  “El dinosaurio”
Cuando despertó, Fidel Castro todavía estaba allí.

ANA MARÍA SHUA: “69”
Despiértese, que es tarde, me grita desde la puerta un hombre extraño. Despiértese usted, que buena falta le hace, le contesto yo. Pero el muy obstinado me sigue soñando.

MÓNICA LAVÍN: “Motivo literario”
Le escribió tantos versos, cuentos, canciones y hasta novelas que una noche, al buscar con ardor su cuerpo tibio, no encontró más que una hoja de papel entre las sábanas.

POLI DÉLANO: “A primera vista”
Verse y amarse locamente fue una sola cosa. Ella tenía los colmillos largos y afilados. Él tenía la piel blanda y suave: estaban hechos el uno para el otro.

JAIRO ANÍBAL NIÑO: “Cuento de arena”
Un día la ciudad desapareció. De cara al desierto y con los pies hundidos en la arena, todos comprendieron que durante treinta largos años habían estado viviendo en un espejismo.

ALEJANDRO JODOROWSKI: “Después de la guerra”
El último ser humano vivo lanzó la última paletada de tierra sobre el último muerto. En ese instante mismo supo que era inmortal, porque la muerte sólo existe en la mirada del otro.

“Misterios del tiempo”
Cuando el viajero miró hacia atrás y vio que el camino estaba intacto, se dio cuenta de que sus huellas no lo seguían, sino que lo precedían.

“Calidad y cantidad”
No se enamoró de ella, sino de su sombra. La iba a visitar al alba, cuando su amada era más larga.

ALEJANDRA BASUALTO: “Rosas”
Soñabas con rosas envueltas en papel de seda para tus aniversarios de boda, pero él jamás te las dio. Ahora te las lleva todos los domingos al panteón.

JOSÉ DE LA COLINA: “La culta dama”
Le pregunté a la culta dama si conocía el cuento de Augusto Monterroso titulado “El dinosaurio”.
    —Ah, es una delicia —me respondió—, ya estoy leyéndolo.

MIGUEL GÓMES: “Cotidiana”
Tras una discusión, coloqué a mi mujer sobre la mesa, la planché y me la vestí. No me sorprendió que resultara muy parecida a un hábito.

JORGE LUIS BORGES: “El adivino”
En Sumatra, alguien quiere doctorarse de adivino. El brujo examinador le pregunta si será reprobado o si pasará. El candidato responde que será reprobado...

RODOLFO MODERN: “Del ejercicio del poder”
Cuando F’ang, el conductor, se sentía fatigado tras una dura jornada de labor, descansaba tres años. Y con él todo el reino.

EDMUNDO VALADÉS: “Pobreza”
Los senos de aquella mujer, que sobrepasaban pródigamente a los de una Jane Mansfield, le hacían pensar en la pobreza de tener únicamente dos manos.

JAIME VALDIVIESO: “Cordero de Dios”
- ¿Por qué vas a matarme? ¿No sabes acaso que soy el Cordero de Dios que quita los pecados del mundo?
-Precisamente por eso.

ARMANDO JOSÉ SEQUERA: “Una sola carne”
Tan pronto el sacerdote concluyó la frase… y formaréis una sola carne, el novio, excitado, se lanzó a devorar a la novia.

TRIUNFO ARCINIEGAS: “Pequeños cuerpos”
Los niños entraron a la casa y destrozaron las jaulas. La mujer encontró los cuerpos muertos y enloqueció. Los pájaros no regresaron.

JOSÉ DE LA COLINA: “Una mecenas”
La hermosa y sensual señora se acostaba con los jóvenes escritores nacionales [de México] para mejorar la calidad de la nueva literatura erótica mexicana.

LUIS MATEO DÍEZ: “El sueño”
Soñé que un niño me comía. Desperté sobresaltado. Mi madre me estaba lamiendo. El rabo todavía me tembló durante un rato.

MARCO DENEVI: “Monólogo de Calígula”
Si yo, el primero de todos, soy lo que soy (una bazofia), ¿qué puedo esperar del resto de los romanos?

 “El Cid y Jimena”
Se amaron después de tantas dificultades que en el lecho nupcial les pareció que amarse no valía gran cosa.

“Tú y yo”
Leímos todo cuanto había sido escrito sobre el amor. Pero cuando nos amamos descubrimos que nada había sido escrito sobre nuestro amor.

“Veritas odium parit”
—Traedme el caballo más veloz —pidió el hombre honrado—. Acabo de decirle la verdad al rey.

ORLANDO ENRIQUE VAN BREDAM: “Preocupación”
—No se preocupe. Todo saldrá bien —dijo el Verdugo.
—Eso es lo que me preocupa —respondió el Condenado a muerte.

ALBA OMIL: “Obsesiones”
Soñé que me besaban: era sólo el latido de tu nombre que esa noche se durmió entre mis labios.

JUAN JOSÉ ARREOLA: “Cuento de horror”
La mujer que amé se ha convertido en fantasma. Yo soy el lugar de las apariciones.

GABRIEL JIMÉNEZ EMÁN: “Los 1.001 cuentos de 1 línea”
Quiso escribir los 1001 cuentos de 1 línea, pero sólo le salió uno.

CÉSAR VALLEJO: [Sin título]
Mi madre me ajusta el cuello del abrigo, no porque empieza a nevar, sino para que empiece a nevar.

JUANJO IBÁÑEZ: “Desinencia”
Cuando estaba escribiendo el cuento más breve de su vida, la muerte escribió otro más breve todavía: ven.

JAIRO ANÍBAL NIÑO: “Fábula”
Y los ratones hicieron una alianza y la serpiente de cascabel le puso el cascabel al gato.

ANA MARÍA SHUA: “100”
Mientras Aladino duerme, su mujer frota dulcemente su lámpara maravillosa. En esas condiciones, ¿qué genio podría resistirse?

EUGENIO MANDRINI: “Prueba de vuelo”
Si evaporada el agua el nadador todavía se sostiene, no cabe duda: es un ángel.

BEATRIZ MARTÍNEZ MANZANARES: “Trasplante”
Mi corazón te espera, es lo único que queda de mí, estoy dentro de otra. Búscame.

MIGUEL SAIZ ÁLVAREZ: “El globo”
Mientras subía y subía, el globo lloraba al ver que se le escapaba el niño.

ÁNGEL GARCÍA GALIANO: “La última cena”
El conde me ha invitado a su castillo. Naturalmente yo llevaré la bebida.

JOSÉ MARÍA PEÑA VÁZQUEZ: “El suicida”
A la altura del sexto piso se angustió: había dejado el gas abierto.

EDMUNDO VALADÉS: “La búsqueda”
Esas sirenas enloquecidas que aúllan recorriendo la ciudad en busca de Ulises.

ORLANDO ENRIQUE VAN BREDAM: “Graffiti”
Es fácil juntar de nuevo a Los Beatles. Sólo se necesitan tres balazos.

GABRIEL JIMÉNEZ EMÁN: “El hombre invisible”
Aquel hombre era invisible, pero nadie se percató de ello.

LUIS VIDALES: “Súper-ciencia”
Por medio de los microscopios los microbios observan a los sabios.

DAVID LAGMANOVICH: “El asesino”
No mató por matar: es que se moría por matar.

JAIME MUÑOZ VARGAS: “Justicia”
Hoy los maté. Ya estaba harto de que me llamaran asesino.

ANÓNIMO (México): “Enamorado”
Le propuso matrimonio. // Ella no aceptó. // Y fueron muy felices.

JAIME MUÑOZ VARGAS: “El corrector”
Cuando enmendó, la herrata todavía estaba allí.

JAIME MUÑOZ VARGAS: “El descarado”
Cuando plagió, el copyright todavía estaba allí.

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