viernes, 30 de noviembre de 2012

4º ESO. MODELO DE EXAMEN 1ª EVALUACIÓN. CURSO 12-13


4º ESO. MODELO DE EXAMEN 1ª EVALUACIÓN. CURSO 12-13

1.      Explica los siguientes conceptos (ejemplifica si es posible): Sturm und Drang – locus amoenus – carpe diem – collige, virgo, rosas – ubi sunt? – artículo de costumbres -  texto - enunciado (y enunciado oracional y no oracional) – sintagma
2.      Explica las propiedades textuales y ejemplifícalas.
3.      Procedimientos de sustantivación. Con ejemplificación.
4.      Concepto y características del Romanticismo.
5.      Etapas en la lírica romántica española.
6.      José de Espronceda.
7.      Rosalía de Castro.
8.      Mariano José de Larra.
9.      Principales diferencias entre el teatro neoclásico y el teatro romántico.
10.  Sobre el siguiente texto:
a.      por qué podemos decir que se trata de un texto; razónalo indicando si posee las tres características o propiedades básicas que debe poseer un texto;
b.      De los procedimientos gramaticales que dan cohesión al texto:
§  envuelve en círculo dos elementos anafóricos, señalando qué elementos se conectan en esas anáforas;
§  envuelve en rectángulo dos elementos catafóricos, señalando qué elementos se conectan en esas catáforas;
§  con un subrayado marca dos deícticos;
§  con doble subrayado dos marcadores o conectores textuales;
§  completa dos elipsis con lo que corresponda.

El Tratado Primero de El Lazarillo de Tormes tiene dos partes diferentes: en la primera, Lázaro relata sus orígenes hasta que su madre le entrega al ciego para servirle; en la segunda, nuestro protagonista cuenta sus peripecias con su primer amo. Probablemente, el autor pudiera haber hecho dos tratados con estas dos partes; pero no, las fusionó por alguna razón o debido a su interdependencia. Quizás se debiera a la siguiente razón: que Lázaro fragua su modo de ser en estas dos partes y el resto de la novela no sea sino una amplificación. No obstante, también conviene señalar que el relato de la vida de Lázaro hasta comenzar a servir al ciego es muy delicado, de ahí que no quisiera dedicarle un tratado entero, pues con las aventuras con ese amo el lector olvida un poco la dureza de la infancia del muchacho. Asimismo, el autor no se podía recrear pormenorizadamente en cuestiones como los robos o la relación de la madre de nuestro pícaro con el hombre moreno, porque a mediados del siglo XVI eran cuestiones sociales peligrosas.
11.  Analiza sintácticamente la siguiente oración (incluyendo el análisis de los sintagmas):
            Aquellos niños tan golosos comieron muy hambrientos los dulces de chocolate.
12.  Completa la tabla:

GÉNERO
AUTOR
OBRA


El estudiante de Salamanca

Rosalía de Castro

Narrativa en verso

Leyendas históricas
Narrativa en prosa
Bécquer

Novela histórica
Enrique Gil y Carrasco

Prosa romántica

Artículos de costumbres
Drama romántico
Duque de Rivas



La conjuración de Venecia
Drama romántico
José Zorrilla


13.  En la siguiente rima de Bécquer responde a las siguientes cuestiones:
a)   En qué apartado de la estructura interna de las Rimas situarías el poema.
b)   Señala las características propias del Romanticismo reconocibles en el poema.
c)    Indica la estructura métrica.
d)   Señala los recursos literarios más destacados y su sentido en el poema.

Tú eras el huracán y yo la alta
torre que desafía su poder:
¡tenías que estrellarte o que abatirme!...
¡No pudo ser!

Tú eras el océano y yo la enhiesta
roca que firme aguarda su vaivén:
¡tenías que romperte o que arrancarme!...
¡No pudo ser!

Hermosa tú, yo altivo: acostumbrados
uno a arrollar, el otro a no ceder;
la senda estrecha, inevitable el choque...
¡No pudo ser!

14.  Explica las características propias del Romanticismo, en general, y del drama romántico, en particular, presentes en el siguiente texto de Don Álvaro o la fuerza del sino, del Duque de Rivas.
Situación: Don Alfonso, hermano de doña Leonor, quiere vengar a su padre y hermano, muertos —contra su voluntad— por don Álvaro. Antes del duelo don Alfonso revela a don Álvaro que el rey ha perdonado a la noble familia de éste, y en consecuencia ya es un hombre de honor; así pretende arrebatarle su breve dicha al matarle.

DON ÁLVARO (Muy turbado y fuera de sí.) .—
Ya me habéis dicho bastante...          
No sé dónde estoy, ¡oh cielos!...,      
si es cierto, si son verdades     
las noticias que dijisteis...,      
 (Enternecido y confuso.)
¡todo puede repararse!
Si Leonor existe, todo.
¿Veis lo ilustre de mi sangre?...          
¿Veis?...
DON ALFONSO.—          
Con sumo gozo veo
que estáis ciego y delirante.    
¿Qué es reparación?... Del mundo    
amor, gloria, dignidades,       
no son para vos... Los votos  
religiosos e inmutables
que os ligan a este desierto,    
esa capucha, ese traje, 
capucha y traje que encubren 
a un desertor que al infame
suplicio escapó en Italia,        
de todo incapaz os hacen.      
Oye cuál truena indignado     
 (Truena.)
contra ti el cielo... Esta tarde 
completísimo es mi triunfo.   
Un sol hermoso y radiante     
te he descubierto, y de un soplo         
luego he sabido apagarle.       
DON ÁLVARO (Volviendo al furor.).—
¿Eres monstruo del infierno,  
prodigio de atrocidades?
DON ALFONSO.—          
Soy un hombre rencoroso      
que tomar venganza sabe.      
Y porque sea más completa,  
te digo que no te jactes
de noble... Eres un mestizo    
fruto de traiciones.
DON ÁLVARO (En el extremo de la desesperación.) .—
Baste.
¡Muerte y exterminio! ¡Muerte          
para los dos! Yo matarme      
sabré, en teniendo el consuelo
de beber tu inicua sangre.       
(Toma la espada, combaten y cae herido DON ALFONSO.)
DON ALFONSO.-   Ya lo conseguiste... ¡Dios mío! ¡Confesión! Soy cristiano... Perdonadme... Salva mi alma...
DON ÁLVARO.-    (Suelta la espada y queda como petrificado.)  ¡Cielos!... ¡Dios mío!... ¡Santa Madre de los Ángeles!... ¡Mis manos tintas en sangre..., en sangre de Vargas!...
DON ALFONSO.-   ¡Confesión! ¡Confesión!... Conozco mi crimen y me arrepiento... Salvad mi alma, vos que sois ministro del Señor...
DON ÁLVARO.-   (Aterrado.)  ¡No, yo no soy más que un réprobo, presa infeliz del demonio! Mis palabras sacrílegas aumentarían vuestra condenación. Estoy manchado de sangre, estoy irregular... Pedid a Dios misericordia... Y..., esperad..., cerca vive un santo penitente..., podrá absolveros... Pero está prohibido acercarse a su mansión... ¿Qué importa? Yo, que he roto todos los vínculos, que he hollado todas las obligaciones...
DON ALFONSO.-  ¡Ah! ¡Por caridad, por caridad...
DON ÁLVARO.-  Sí, voy a llamarlo... al punto...

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